Dar con intención es tan poderoso que practicarlo regularmente eleva nuestro espíritu a otra dimensión. Kabbalah enseña que todo en nuestro mundo físico contiene energía, incluso el dinero. El dinero es la manifestación del esfuerzo, una forma de energía que tiene el poder de crear abundancia y alegría.

Quizá la mejor manera de entender la energía transformadora inherente al dinero sea pensar en él como algo prestado, no como algo propio. Al igual que la energía, que ni se crea ni se destruye, cuando compartimos dinero, no perdemos esa energía. Simplemente vuelve a nosotros en otra forma.